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jueves, 14 de noviembre de 2013

Tan igual y tan distinto

Mi pequeña E., solo han pasado 9 días desde que te tuve en brazos por primera y última vez y me parecen una eternidad. Tengo la misma sensación que la otra vez, que todo ha sido un sueño que ha acabado en la más dura pesadilla. Miro mi cuerpo y apenas queda resto del embarazo, solo un kilo en mi tripa que me da pena perder. Me cuesta creer que hace nada estuviera embarazada. ¿Por qué me pasa esto? ¿será porque era muy consciente de lo que podía pasar?.
No paro de mirar tu foto porque empiezo a olvidar tu imagen. Tu boquita y barbilla iguales a las de papá, tus deditos como los mios. Me da pena no haber hecho más fotos y no haber pasado más tiempo contigo, pero se que esta sensación me habría quedado de todas las maneras.
Vuelvo a estar igual que el año pasado, sufriendo cada vez que veo una embarazada, un bebé, etc... Esta vez he sido rápida y he dejado de seguir las páginas de facebook de maternidad, partos, mochilas portabebés y lactancia que sigo. Pero no puedes escapar de todo y duele, incluso lo que no quieres que duela. Duele el anuncio de la serie "La comadrona" como un puñal en el alma. Vuelvo a comprobar que solo los que han pasado por lo mismo pueden ponerse en tu lugar, y vuelvo a oír comentarios que molestan aunque sean de muy buena fe.
Y se que aun falta mucho para salir del agujero, que la otra vez empecé a salir después de la fpp. Pero también se que la otra vez tenia claro que lo volvería a intentar cuando me encontrara con fuerzas, porque aunque había leído muchos casos en los que se repetía, los médicos me decían que no tenia por que y yo los quise creer, no los creí del todo, pero quise creerlos. Ahora todo es distinto, no confío en los médicos, no confío en mi cuerpo, no confío en nada y la idea de quedarme como estoy con mi niña terrenal y mis pequeñas estrellas me ronda, y a la vez, me mata por dentro.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Un año y un día

Un año y un día después mi peor pesadilla se hizo realidad. Confieso que lo había imaginado desde el día que el test salió positivo, pero también confieso que había luchado con toda mi alma para imaginar un final feliz. Todo el embarazo ha sido una lucha contra los malos pensamientos. Incluso me forcé a comprar algo de ropa a E porque quería tener fe en su llegada. Total a B no le compré nada por superstición. Sólo pude comprarle un gorrito, pero para mí fue un gran paso.
Sólo han pasado 5 días y ni lo he asumido. Me miro desde fuera y me doy mucha pena. Lo que he vivido es de lo más duro que puede vivir una persona y a veces creo que estoy demasiado bien, pero sé que es pronto, que aún me cuesta creerlo, que lo peor está por venir. Que luego vienen los bajones cada vez que algo te recuerda tu dolor, que vienen los comentarios de la gente sin mala intención pero que tanto duelen.
Este último mes ha sido horrible, quiero escribirlo todo para así recordarlo siempre. Tengo muchos sentimientos dentro, entre ellos mucha rabia, muchísima, contra toda la gente que me decía que era muy negativa por pensar que me pudiera pasar otra vez lo mismo, entre ellas los mismos médicos, rabia contra esos médicos que parecen saber menos que yo sobre el tema y se contradicen mil veces. 
La única paz que me queda es que esta vez si me despedí. Es algo que tenía claro, un espinita clavada con B de la que no lo hice. Un momento que guardaré siempre en mi memoria.